Hoy por hoy, las Comunidades Europeas tienen "personalidad jurídica" y, por consiguiente, disponen del poder de representar a todos los Estados miembros de la UE en relación con compromisos internacionales vinculantes. La Unión Europea carece de personalidad jurídica.
El futuro
La Convención sobre el futuro de Europa propone otorgar personalidad jurídica a la Unión en su conjunto y eliminar la división entre asuntos del primer, del segundo o del tercer pilar, tal como está establecida en el Tratado de Maastricht.
Esto convertirá a la UE en un organismo internacional independiente, de estatuto comparable al que han tenido tradicionalmente sus Estados miembros. Ello implicará que, desde el exterior, la UE se contemplará como un Estado.